Día dos

¿Cuántos de ustedes no están "auto-saboteándose" a sí mismos?

Cuando uno intenta establecer una relación siendo uno mismo suele preguntarse, ¿Le gustaré así? ¿Este es el perfume correcto?...

Cuestionamientos normales ante la inestabilidad de lo impredecible. ¿Y si arrostramos los hechos con todos las cualidades y las habilidades bien puestas, claro sin rallar en lo ego centrista, dejando a un lado las inseguridades, los complejos y las manías?.

Es cuestión de intentarlo. Se me ha hecho tan difícil ceder en mi papel de "no bruta". He intentado desde relacionarme con personajes ajenos a mi historia, interpretar roles extraños al que siempre desempeño, hasta he intentado hacerme la bruta con amigos que terminan extrañados ante mis respuestas.

Viendo desde el punto de vista de los que conmigo se relacionan, me pregunto qué sucedería si quizás no me cambiara a bruta sino que retrocediera en el tiempo, aquel tiempo en el que pocas situaciones me preocupaban y en el que me lograba emocionar con pequeñas cosas, esos mismos momentos de mi historia cuando me dejaba llevar, seguía la corriente y era no sé si más feliz pero sin duda alguna menos complicada. Y así son mis personajes estrellas las “brutas”.

Últimamente he aplicado la técnica, en teoría infalible, de no esperar nada de las personas, que de por sí es bastante fatalista, pues nos preguntamos: ¿En realidad no podríamos esperar nada de nadie?. Logrando no esperar nada de nadie entonces nadie puede esperar nada de nosotros, resulta aún más fatalista y no es la idea.

Viene irrevocablemente a mi mente la capacidad para escoger, ese don que nos permite seleccionar a quienes nos rodean, los que nos influyen y los que nos resbalan.

Sólo intentémoslo con nosotros mismos, seleccionémonos!!! Somos muchos personajes, con infinidad de actitudes y aptitudes aplicables y refutables ante las situaciones que vivimos, sería curioso que antes de actuar se desplegara un menú de opciones con una base de datos que nos enumere los pro y los contra de los posibles ítems a seleccionar y de esa manera ¡¡¡TARÁN!!! por "arte de selección" corremos con la suerte que escogimos para nosotros mismos.

En fin, la idea es aprender y aprehender que no es lo mismo aunque se escribe parecido.

Para el siguiente Post prometo seleccionarme, intentaré reirme de lo que solía reir, ver con los ojos que solía ver, comer con el escepticismo inexistente de los asiáticos, ahondar en la "brutalidad" de mis admiradas "brutas", aplicarlo y prometo no enamorarme en el intento. (jajajaja!)

La bruta dice: Es más fácil! Déjalo fluir! ;)